Encuentro internacional discute el déficit financiero en la consecución de la educación en el mundo
El debate tuvo lugar el 25 de abril, con el título "Financiar el ODS4 de la Agenda Educación 2030: No dejar a nadie atrás – ¿Qué sería necesario para reducir las desigualdades?"
Fuente: El Heraldo de Saltillo
Foto: UNESCO/Eduardo Martino
La educación es una prioridad de la nueva agenda para el desarrollo sostenible, pero la manera de financiar las nuevas y ambiciosas metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) sigue siendo un desafío. Durante la Semana de Acción Mundial por la Educación 2016 (SAME), la UNESCO, en alianza con la Campaña Mundial por la Educación, acogió una mesa redonda de debate para examinar este reto, pero también analizar las oportunidades que se presentan.
El debate, que tuvo lugar el 25 de abril con el título de Financing for SDG4-Education 2030: Leaving no one behind – what will it take to narrow inequity gaps? [Financiar el ODS4 de la Agenda Educación 2030: No dejar a nadie atrás – ¿Qué sería necesario para reducir las desigualdades?], fue auspiciado por la UNESCO y la Campaña Mundial por la Educación, con el fin de sensibilizar acerca de la importancia de la financiación para la educación.
Si no se dispone de 39.000 millones de dólares anuales de financiación para la educación en los próximos años, los países más pobres no podrán alcanzar ni siquiera la primera de las metas que figuran en la Agenda de Educación 2030, a saber, la de garantizar que todas las niñas y todos los niños completen un ciclo de enseñanza primaria y secundaria gratuito, equitativo y de calidad, con resultados de aprendizaje pertinentes y eficaces.
En un mensaje de vídeo, emitido con motivo de la inauguración de la Semana de Acción Mundial por la Educación, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, afirmó: “La incapacidad de realizar las inversiones adecuadas en materia de educación pone en peligro el cumplimiento de toda la agenda mundial”.
En el evento, la máxima ejecutiva de la Alianza Global por la Educación (Global Partnership for Education - GPE), Alice Albright, insistió también en que para alcanzar estos objetivos es preciso “prestar más atención a las personas que se encuentran más marginadas”.
La educación y la reducción de la pobreza
La educación es esencial para la erradicación de la pobreza, tarea que constituye la ambición central de la nueva agenda de desarrollo. Según los datos presentados por una de las/os ponentes del encuentro, Romilly Greenhill, del Overseas Development Institute, de aquí a 2030, es probable que los pueblos más pobres del mundo (la mayoría de los cuales vive en el África subsahariana y en Estados frágiles) se queden aún más rezagados, a menos que las nuevas ambiciones de desarrollo vayan acompañadas de nuevas partidas de financiación. Reconociendo la fuerte repercusión de la educación en términos de ingreso personal y social, para satisfacer el nivel de inversión necesario será preciso ampliar la capacidad fiscal de los países más pobres y garantizar el aumento de la cooperación internacional que se destina a la enseñanza.
Manos Antoninis, del equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) de la UNESCO, señaló que los países de bajos ingresos (LIC, por sus siglas en inglés), apenas reciben actualmente el 22% de la ayuda internacional a la educación.
Según las últimas estimaciones del GEM, la cuantía de la ayuda destinada a la educación disminuyó en casi 600 millones de dólares estadounidenses, es decir, el 4%, entre 2013 y 2014. La parte del total de la ayuda que se asigna a la educación también se redujo, al pasar del 9,5% al 8,2%, lo que muestra la importancia cada vez menor que los donantes atribuyen al sector en su lista de prioridades.
La ayuda a la educación básica, que permite impartir enseñanza preescolar y primaria y transmitir competencias básicas para la vida diaria, ha disminuido en un 5% desde 2013, lo que representa un descenso incluso mayor que el registrado para la educación en su conjunto. Y ello a pesar de que el número de niñas y niños sin escolarizar en la enseñanza primaria va en aumento y asciende a 59 millones, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto de Estadística de la UNESCO [sepa más].
Ayuda a corto plazo versus necesidades de financiación a largo plazo
Según el Embajador Tarald Brautaset, coordinador del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega para la Comisión internacional sobre la financiación de oportunidades de educación en el mundo, para elaborar modelos innovadores de financiación debemos quebrar el ciclo de donaciones orientadas a lograr resultados inmediatos.
El miembro del Comité Directivo de la Campaña Mundial por la Educación y Jefe del Programa de Desarrollo de ActionAid Internacional, David Archer, coincidió en la idea de que la educación, más que cualquier otro derecho, necesita financiación a largo plazo, e hizo hincapié en la necesidad de ampliar la base fiscal.
Además, la manera de invertir los fondos ejerce una repercusión mucho mayor sobre los resultados que el simple aumento de dichos fondos, según expresó Andreas Schleicher, de la OCDE.
Fuad Omar, Delegado Permanente Adjunto de Etiopía, y Teopista Birungi, fundadora del Sindicato Nacional de Profesoras/es de Uganda, insistieron en la importancia fundamental de invertir en el desarrollo de recursos humanos para alcanzar una educación de gran calidad.
Al resumir el debate, Jordan Naidoo, Director de la División de la UNESCO de apoyo y coordinación a la Agenda Educación 2030, afirmó que “es preciso aumentar la financiación de la educación, tanto en el plano nacional como en el internacional. Pero debemos centrarnos en la equidad”, y añadió que no se trata únicamente de aumentar los fondos sino de usarlos mejor.